Iniciare este escrito introduciendo un elemento importante para establecer relaciones entre ciencia, tecnología, sociedad y desarrollo: el concepto de que la ciencia es cultural. Esto significa que cada cultura interpreta la ciencia de manera distinta a medida que evoluciona. Nos centraremos en la denominación cultural occidental, ya que es a la que pertenecemos.
La cultura occidental es una síntesis de diversas fuentes que se entrelazan y replantean constantemente. Esta cultura proporciona una visión de la humanidad basada en la transmisión de conocimientos, avances tecnológicos y dinámicas de desarrollo social, las cuales determinan qué debe ser investigado en el futuro.
A lo largo de la historia, muchos autores han definido la ciencia desde sus perspectivas cognitivas. Aunque cada uno se relaciona profundamente con su entorno, todos coinciden en que la ciencia es un conjunto de conocimientos obtenidos mediante la observación y el razonamiento. Surge cuando el conocimiento ordinario supera la percepción sensorial y se centra en la razón (inducción, deducción y analogía) para verificar la idea que se tiene de un objeto con el objeto mismo.
Comparando la definición de Ezequiel Ander-Egg en "Técnicas de investigación social" con la de Ramón Ruiz Limón en "Historia y evolución del pensamiento científico", encontramos grandes coincidencias, quedando solo espacio para la discusión semántica.
En su sentido más amplio, el término ciencia se emplea para denotar el conocimiento sistematizado en cualquier campo, pero suele aplicarse sobre todo a la organización de la experiencia sensorial objetivamente verificable.
Harold I. Brown, en "La Nueva Filosofía de la Ciencia", destaca la importancia del observador sobre lo observado (o de las teorías sobre los datos de observación). Brown afirma: “En lugar de que las observaciones proporcionen los datos independientes con los cuales contrastar nuestras teorías, son las teorías fundamentales las que juegan el papel crucial a la hora de determinar lo que se observa, y la significación de los datos observacionales se modifica cuando tiene lugar una revolución científica”.
Aunque esta afirmación puede plantear errores, ya que parece proponer una conveniencia o relativismo donde los avances científicos ocurren independientemente de los datos observacionales, la realidad es que las revoluciones científicas y cambios de paradigma se producen porque las antiguas teorías no explicaban adecuadamente los datos que pretendían explicar. Es difícil que una teoría sin discrepancias con los datos sensibles sea desechada.
La teoría de la ciencia es presentada como una actividad humana a través de la cual el hombre ha intentado explicar la naturaleza y sus eventos, utilizando métodos que lo conducen a encontrar la verdad objetiva. Desde hace mucho tiempo, los encargados del método deductivo lo veían como una forma de llegar al conocimiento de la realidad, partiendo de la observación para llegar a la explicación. Más tarde, en la época moderna, con la aparición de la tecnología y algunos instrumentos, este método introdujo la experimentación.
El concepto "The science for science" cobra mayor validez cuando los procesos tecnológicos permiten el perfeccionamiento del proceso, donde el razonamiento y la experiencia nos llevan a escenarios en los que se parte de un problema, se llega a unos supuestos que son tratados de resolver mediante la comprobación, resultando en el respaldo de uno de los planteamientos, el cual se estandariza hasta convertirse en ley. En procesos complejos, la tecnología cobra mayor importancia, pues se reconoce que esos escenarios de comprobación no serían posibles sin los avances tecnológicos actuales.
Definiendo la tecnología, podríamos decir que es un conjunto de reglas instrumentales que prescriben un rumbo racional de actuación para lograr una meta previamente determinada, evaluada en función de su utilidad y eficacia práctica.
La tecnología es creada por el hombre para satisfacer las necesidades de la sociedad y fomentar el desarrollo. Está en constante avance y evolución, y todo aquello que nace de ella debe adaptarse a los cambios para no ser reemplazado por algo más eficiente.
Analizando los antecedentes de la tecnología, encontramos muchos de ellos tan antiguos como la humanidad misma. Estas técnicas han encontrado su fundamento en procedimientos experimentales y en la experiencia. Vivimos en una era tecnológica, responsable del desarrollo de muchas regiones en la actualidad. Sin embargo, existe el temor de que la tecnología esté al servicio de personas inadecuadas y esto nos conduzca a la destrucción de todo lo conocido.